*Que se vayan los pendejos y regresen los rateros a CAASIM
*Total incompetencia del Lic. Juan Evel Chávez Trovamala
*Diputados locales omisos con el agudo problema
Por Juan Sabino Cruz
PACHUCA, Hgo. – Pareciera que la llamada Cuarta Transformación genera nuevos ricos a costa de la necesidad de agua potable en Pachuca y su zona metropolitana, la población debe pagar exorbitantes cantidades por una pipa ante la total ineptitud de los nuevos directivos de CAASIM.
El gobernador Julio Menchaca Salazar parece que cometió un error en virtud que, en lugar de nombrar a un ingeniero con experiencia, designó al “político” y “licenciado” Juan Evel Chávez Trovamala como director general de CAASIM, un hombre sin formación tecnológica y mucho menos experiencia en el ramo, su anterior empleo fue encargado del despacho de la dirección de delegaciones del ISSSTE.
“Que se vayan los pendejos y regresen los rateros a CAASIM”, expresan algunos usuarios del Sistema de Agua Potable y Sistemas Intermunicipales en virtud que ante la irresponsabilidad de CAASIM ahora deben pagar hasta en mil 600 pesos por pipa de agua de diez mil litros.
Los diputados locales son buenos para pedir el voto a la ciudadanía, sin embargo, ahora olvidaron sus obligaciones y hasta pareciera que para evitar poner en riesgo sus privilegios y extraordinarias dietas y gastos de representación o gestión social fingen demencia y omiten subir a tribuna para resolver el problema de la escasez de agua.
AGUDA ESCASEZ Y ABUSO
En diferentes sectores de Pachuca y su zona metropolitana, así como Mineral del Monte entre otros municipios, tiene meses que se registra una aguda escasez de agua potable, todo indica que por la ineptitud de Juan Evel Chávez Trovamala, director de la CAASIM, así como de su equipo de cercanos colaboradores que están perdidos y parece que dan vuelta en círculos sin encontrar la solución.
Jamás se había registrado injustificada falta de agua potable en Pachuca y los alrededores, inclusive, el mismo órgano descentralizado operador del agua potable cuando hacia reparaciones mayores mandaba pipas a dejar dos mil litros por vivienda, cantidad insuficiente, pero al menos había un paliativo.
En la actualidad ha dejado de llegar agua potable en muchos hogares, en las colonias Maestranza, Piracantos, Cubitos, Palmar, Plutarco Elías Calles, Campestre Villas del Álamo, El Tezontle, y centros habitacionales aledaños entre otros puntos de Pachuca y Mineral de la Reforma, la escasez ya tiene meses y el político Juan Evel ha sido incapaz de mandar pipas, prácticamente es inoperante la CAASIM, parece que mejor sería que desapareciera y los municipios sean quienes retomen la distribución del líquido.
Es injustificada la falta de agua, lamentablemente, el consumo del líquido amentará en la ya muy próxima temporada de calor, será un infierno estar sin agua y con riesgo de convertirse en problema de salud pública.
Todo indica que a las autoridades parece no importarles la población, es mejor hacer nuevos ricos, los dueños de pipas serán los nuevos ricos a costa de la necesidad del pueblo que con impunidad observa cómo son violados sus derechos humanos.
Hasta el pasado mes de noviembre, los operadores de pipas vendían en 850 pesos la pipa de agua, misma que era comprada por verdadera necesidad, pues muchas personas tienen enfermos en sus hogares, deben utilizar líquido para los quehaceres del hogar y aseo personal, inclusive, los sanitarios, no pueden tener los desechos almacenados.
Con la nueva administración de CAASIM parece que como política pública se deja a la población sin agua, no mandan pipas en virtud que es más fácil venderla en 300 o 450 pesos a operadores de pipas particulares que la revenden hasta en mil 600 pesos por diez mil litros.
El negocio de los piperos se ha vuelto tan redituable que revenden el agua de CAASIM, además otros se surten en pozos de agua ubicados en San Agustín Tlaxiaca y Actopan, por cierto, líquido amarillento de dudosa calidad, la compran de 300 a 450 pesos por carga y la dan en mil 600, ni siquiera la Profeco interviene.
Ante la indiferencia e incompetencia de las autoridades estatales para resolver el problema, ya se hace necesaria la intervención del Congreso del Estado, en primera, para conocer por qué no llega el agua a las tomas domiciliarias y, en segunda, para frenar a los voraces piperos particulares que se hacen ricos a costa de la necesidad del pueblo de Pachuca y los alrededores.
Urge que los legisladores llamen a comparecer al titular de CAASIM para que explique porque inexplicablemente “desapareció el agua” y cada diez o quince días cae en la zona de Plutarco Elías Calles y alrededores, dónde quedaron las pipas que repartían el líquido entre otras interrogantes que quisieran conocer vecinos de Pachuca y Real del Monte especialmente.
