*Regidores despidieron a la Contralora
*Aceptaron la renuncia al Secretario General
Por Juan Sabino Cruz
APAN, HGO.- Juan Carlos Madrid Garay renunció al cargo de Secretario General Municipal de Apan, sin descuidar su labor social en beneficio de las clases vulnerables del municipio, ahora regresa a trabajar en la empresa familiar y una propia relacionada con las importaciones.
Guadalupe Muñoz Romero, Presidenta Municipal de Apan, pierde a un colaborador que fue pilar principal de su campaña proselitista para llegar a la alcaldía, además, ya no podrá echar mano de un buen conciliador para las divergencias convertirlas en coincidencias y alcanzar acuerdos con el cabildo.
Juan Carlos Madrid Garay, tiene 36 años, nacido en Apan, se graduó como ingeniero mecánico eléctrico, hace diez años incursiono en la política al ser nombrado director de Desarrollo Económico, en esa época destacó por lograr un programa de entrega de focos ahorradores gratuitos para toda la gente que lo solicito.
Ha sido sobresaliente por su sencillez y valores inculcados al interior de su familia, con cargo o sin cargo público siempre se ha caracterizado por ayudar a la gente que lo necesita.
Gracias a su buena relación con el pueblo, Guadalupe Muñoz lo contactó y pareciera que lo utilizó para que la ayudará y así alcanzar el triunfo en las elecciones para alcanzar la alcaldía.
Madrid Garay realizó intensa campaña proselitista como si fuera propia, inclusive, hay quienes aseguran que sin el joven político, la priista Guadalupe Muñoz Romero jamás habría ganado, inclusive, habría sufrido su segunda derrota en una elección, antes había perdido una diputación federal frente a un desconocido.
Guadalupe Muñoz una vez obtenido el triunfo “cumplió” a medias, nombró Secretario General Municipal a Madrid Garay, al exterior parecía que había armonía en el trabajo, inclusive, Guadalupe Muñoz lo llamaba “amiguito” frente a la gente, así lo hizo en su primer informe.
Al interior de la administración parecía que se olvidó el trabajo de Madrid Garay, inclusive, a la septuagenaria Guadalupe Muñoz le molestaba el brillo de su colaborador que exhibía facilidad para cabildear con los munícipes, atender a la clase político y poner orden en la administración.
Un ejemplo fue que al Secretario General Municipal le redujeron sus funciones, quizá lo veía como futuro adversario político.
Hay un dicho popular que reza: “La política es el arte de comer caca o mierda, sonreír y pedir más”. Así Juan Carlos Madrid aguantó en el cargo con la esperanza de lograr un cambio y cumplir todos los compromisos de campaña, sin embargo, la relación se volvió tensa e intolerable.
A finales del 2021, Madrid Garay exteriorizo su deseo de dejar la administración municipal que es muy criticada por el autoritarismo y falta de buenos resultados, lo anterior pese a la buena voluntad de la mayoría de los regidores que en verdad quieren trabajar por el bien de Apan.
Fue la mañana del pasado miércoles cuando Juan Carlos Madrid Garay definitivamente se desligo de la administración municipal, dejó la Secretaria General que le recibió Ulises Saldaña, mismo que atendía Reglamentos Municipales.
TRABAJO POR LOS APANENSES
Juan Carlos Madrid ahora regresa a la empresa familiar relacionada con la panadería, así como una propia dónde tiene un equipo de socios dedicados a la importación y venta de calentadores, paneles y luminarias solares entre otros productos.
DESCONOCEN A CONTRALORA
Por cierto, el pleno del cabildo reunió pruebas para destituir del cargo a la contralora Erika García Muñoz, quien se desempeñaba como titulas de la Contraloría Municipal, misma que había sido señalada por hostigar a los trabajadores.
Ahora el pleno del cabildo encontró que se excedía en sus funciones y definitivamente la sacaron de la administración.
Así se “desmorona” la administración de Guadalupe Muñoz Romero, quien era mujer de resultados, lamentablemente, ahora no ha podido hacer ni el diez por ciento en comparación de hace 20 años, cuando fue por primera vez alcaldesa de Apan. Así se cumple el dicho que reza: “Las Segundas partes nunca son buenas”.
