No somos enemigos de los trabajadores de BOMBARDIER

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Víctor Navarrete Maldonado

Palabras de Víctor Navarrete Maldonado

CIUDAD SAHAGUN. – Vamos a hacer un poco de memoria y comentar por qué llegamos a demandar al Sindicato Minero de Napoleón Gómez Urrutia y a la empresa BOMBARDIER, Hace 13 años en el año 2006, nos enteramos que el Secretario General del Sindicato Minero Siderúrgico, Metalúrgico de la República Mexicana, había salido huyendo hacia los Estados Unidos y los comentarios eran que Napoleón era un perseguido político, afortunadamente en abril del mismo año, aquí en Cd. Sahagún en la Sección 200 del Sindicato Minero como en todas las Secciones del país, se hace el cambio de comité “A” de las Secciones y por azares del destino a mí me invitan a participar como candidato a la Secretaría General de la Sección 200 y junto con  otros 13 compañeros más formamos una Planilla que en una asamblea totalmente democrática en una votación histórica a mano alzada nuestra planilla perteneciente al grupo “Rojo” ganamos la elección con una votación de más del 80% a nuestro favor.

En mayo del mismo año tomamos posesión del cargo siendo yo en ese entonces ya el Secretario General de la Sección 200 del Sindicato Minero; ahí es donde empiezan los problemas. Siempre nos hicieron creer que Napoleón era un perseguido político, lo hicieron víctima y empieza una lucha interminable donde nos obligaban a participar en marchas, mitin, protestas, enfrentamientos con los granaderos, con el pueblo y hasta con nuestros propios compañeros, fueron meses, años de lucha defendiendo a Napoleón, al pasar el tiempo nosotros nos vamos enterando que todo lo que el Sindicato Nacional decía de Napoleón era mentira ya que al poco tiempo de que Napoleón saliera huyendo de México, cuando hubo la explosión en la mina de Pasta de Conchos donde murieron 65 mineros, que por cierto hasta la fecha nunca rescataron los cuerpos, al paso de los meses se descubre que Napoleón empezó a estallar huelgas en algunas Minas del país tales como la de Cananea Sonora, Sombrerete Zacatecas y Taxco Guerrero, y empieza una guerra interna entre los mismos mineros unos a favor y otros en contra de Napoleón, en esos tiempos a mí junto con 3 compañeros funcionarios de la Sección 200, nos mandan a Cananea Sonora junto con otros compañeros de otras Secciones, fue un viaje muy pesado de 33 horas de camino y al llegar a Cananea nos encontramos con la sorpresa de que a Napoleón ya lo odiaban en ese lugar y en muchos más, que posteriormente nos íbamos a enterar y lo odiaban porque Napoleón había ordenado que se estallara la huelga en esa Mina supuestamente por violaciones al contrato colectivo de trabajo, cosa que era una gran mentira; con el paso de los días de haber estallado la huelga con más de 4,000 trabajadores los compañeros de esa Sección se enteran que para levantar la huelga y acabar con el conflicto. . . Napoleón le pedía a la empresa un pago de 100 millones de dólares por daño a su persona y descubren que lo de las violaciones al contrato era pura farsa, era una mentira y así fue también en Sombrerete Zacatecas y Taxco Guerrero, Napoleón lo que quería era dinero para su propio beneficio, sin importarle en lo más mínimo las carencias que ya estaban viviendo miles de familias en estos tres lugares.

Esas huelgas han sido históricas porque duraron muchos años y miles de trabajadores perdieron su empleo provocando la desintegración de muchas familias, pero eso no era todo el conflicto al poco tiempo se destapa el desfalco de los 55 millones de dólares, dinero que Napoleón en complicidad de algunos funcionarios del Nacional, de sus familias, de su chofer y de su secretaria, habían desaparecido de México, éste dinero era el pago de la liquidación de los trabajadores de la empresa—–, dinero que estaba en un fideicomiso, en un Banco del País a este personaje no le importó en lo más mínimo dejar sin la liquidación a otros miles de mineros, dinero que hasta la fecha no ha regresado a México.

Para esas fechas ya para nosotros quedaba muy claro que Napoleón “NO” era un perseguido político, él era un delincuente exiliado en Canadá y  ahí es cuando me empiezo a preocupar porque para esa fecha a mí ya me estaban presionando desde el Nacional para que en la siguiente revisión de contrato reventáramos una huelga en la empresa BOMBARDIER, huelga que si se hubiera hecho realidad yo sabía que era el fin de la empresa BOMBARDIER, la empresa me comentaba que de estallar esa huelga la empresa se iba de México cerraba las instalaciones pues Napoleón pretendía hacer lo mismo que en Cananea, Sombrerete y Taxco Guerrero, una huelga para extorsionar a la empresa, en esos días antes de la revisión de contrato, la empresa empezó a hacer depósitos millonarios a las arcas del Sindicato Minero, dinero que obviamente terminaba en Canadá, en manos del Flamante Napoleón, al principio cuando la empresa BOMBARDIER empieza a hacer los pagos de la extorción, el Sindicato Nacional nos obligaba a llevarles el dinero en efectivo hasta las oficinas centrales en la Cd. De México, en Dr. Vertíz y Xola.

La verdad fue algo muy duro pues me exponía y exponía a mi gente a muchas cosas llevando ese dinero en efectivo y por carretera, al paso de los días tuve una reunión con algunos funcionarios locales y comentamos: “Que no era posible exponernos tanto” solo por el capricho de los funcionarios del Nacional y así se los hice saber, que nosotros no íbamos a  llevarles más dinero, cosa que vieron mal y nos empezaron a ver mal, la empresa nos informa que las extorciones seguían pues en días próximos les piden un depósito más por varios millones de pesos, dinero que obligan a la empresa depositar a las cuentas de la Sección de Lázaro Cárdenas Michoacán, posteriormente con el paso de los días le piden a la empresa un pago más por una cantidad bastante considerable por varios millones de pesos, cosa que la empresa se niega a hacerlo y ahí es cuando estando en la revisión el Sindicato nos obliga a estallar una huelga en contra de la empresa BOMBARDIER que para esos tiempos la empresa ya había pedido un reajuste de personal de planta pues había una baja de producción.

Después de estar con el Secretario General de Trabajadores, el Sr. Javier Zúñiga García, quien ya había dado la orden de citar a una asamblea para confirmar la huelga para ese mismo día a las 12 de la noche. Yo sabía que si reventábamos una huelga era el fin de nuestra empresa y eso no lo podíamos permitir pues nunca estuve de acuerdo con las prácticas de reventar huelga para el beneficio de Napoleón y algunos funcionarios del Nacional. Ese día el camino de la Cd. De México hacia Cd. Sahagún, conjuntamente con mis compañeros del Comité  empezamos a trabajar para echar para abajo esa huelga y ya estando en la asamblea y apoyados por gente nuestra así como gente a fin a Napoleón trabajamos juntos y echamos para abajo el fantasma de la huelga, el entonces Secretario de Trabajo del Sindicato Nacional salió de la asamblea echando mentadas, y pestes tratándonos de cobardes, culones, que era su palabra favorita, y gracias a todos los compañeros del grupo “Rojo” y muchos del grupo “Azul”, así como el trabajo de convencimiento del compañero Alome Herver Aguilar, del compañero Israel Pérez Acco, y muchos azules más logramos no estallar esta huelga, causa que le causó una gran molestia a Napoleón. Desde ahí me convertí conjuntamente con mi comité en personas no gratas para los napistas.

Posteriormente se inician las pláticas para hacer el reajuste que ya había pedido la empresa, esa etapa fue yo creo que la más difícil en mi periodo como Secretario General de la Sección 200, a mí y a mi Secretario de trabajo, al compañero Manuel Solís Ríos nos hicieron ver nuestra suerte, la empresa pretendía hacer un reajuste y una modificación a 6 cláusulas al contrato colectivo argumentando que estas 6 adecuaciones les permitía como empresa convertirse en ser más competitivas pues llevaban varios años perdiendo todas las licitaciones con la empresa española “CAF”, radicada ya en México en el Estado de México, para ser más explícitos, eso hizo las negociaciones mucho más difíciles, se convirtieron en pleitos directos en contra de los funcionarios del Nacional y del comité que se había formado para la negociación del reajuste, negociación que duro varias semanas y convirtiéndose en un verdadero “circo” donde había de todo elefantes, changos, leones y varios “payasos”, donde tuvimos una asamblea histórica, con la presencia de dirigentes de la empresa BOMBARDIER e incluso dirigentes del corporativo de esta empresa. En esa asamblea la empresa expuso que de aceptarse la modificación a esas 6 cláusulas les podía permitir mantenerse en el mercado y seguir compitiendo en las licitaciones que hubiera para los próximos trenes que se harían para el Distrito Federal y otros más.

Y que de aceptarse esa petición la empresa se comprometía a hacer un pago de más de $300,000.00 (trescientos mil pesos 00/100 m.n.), a cada trabajador de planta. Cosa que a muchos les pareció una oferta justa pues en ese momento con ese pago y su liquidación por el reajuste muchos se hubieran llevado más de $700,000.00 (setecientos mil pesos 00/100 m.n), de liquidación y los que no fueran reajustados que iban a ser los de mayor antigüedad se llevarían esos 300 mil pesos y seguirían trabajando normalmente pero gracias a la astucia  de varios serviles echaron  para abajo esa propuesta de la empresa argumentando que al contrato colectivo de trabajo no se le quitaba ni un punto, ni una coma y logramos convencer a los trabajadores a no aceptar la propuesta de la empresa prometiendo que ellos iban a hacer que el contrato colectivo no fuera trastocado que al contrario lo iban a hacer crecer con el paso del tiempo y se concluye el reajuste de trabajadores únicamente con su liquidación y se firman los convenios de liquidación así como un convenio que dice que cuando la empresa vuelva a tener trabajo, los primeros en ser recontratados, serían los reajustados de acuerdo al cuadro de antigüedad y grupo de  trabajo, antes que los eventuales y nuevo ingreso y así es como a muchos compañeros y varios funcionarios del comité local nos toca el reajuste y nos vamos con la promesa de ser recontratados posteriormente. Esto fue en marzo del 2010 y para diciembre de ese mismo año citan a una asamblea urgente de información donde el que vive como protagonista en una actitud burlona y déspota el Sr. Javier Zúñiga García, sin decir agua va, les informa que el contrato Colectivo de Trabajo que tanto dijeron que iban a defender que no iban a permitir que le quitaran ni un punto, ni una coma, el Secretario General Nacional del Sindicato Minero el Sr. Napoleón Gómez Urrutia había tomado la decisión de vender el contrato en su totalidad, que él siendo el titular del contrato podía venderlo cuando él lo decidiera, recibiendo 65 millones de pesos por el pago de este contrato, acabó de un plomazo con 18 años de lucha para logar un contrato digno, dejando a cientos de trabajadores sin prestaciones y con salarios muy reducidos casi al 50% de salario y de ese dinero ningún trabajador vio un solo peso, todo o casi todo fue a parar a Canadá en los bolsillos de Napoleón y sus secuaces. Así fue como BOMBARDIER logró liquidar un contrato colectivo pues conocía la avaricia de Napoleón, al poco tiempo la empresa empezó a traer trabajo de otros países y empieza la recontratación de la gente como se había acordado en el convenio de reajuste pasado primero todos los reajustados cosa que no sucedió con complicidad de los funcionarios locales y nacionales toman la decisión de no contratar a varios compañeros entre ellos a mí, ya la empresa por órdenes del Sindicato Nacional nos niegan el derecho que por Ley nos correspondía para ser recontratados, violando y violentando el mismo convenio y deciden no aceptarnos más en esa empresa y nos boletinan para que tampoco en las empresas de la Región nos dieran empleo.

La empresa nos comenta que no puede hacer nada pues la contratación colectiva es un derecho único del Sindicato, que ellos deciden a quien se contrata y a quien no, por tal motivo tomamos la decisión de interponer una demanda por despido injustificado y postergación de derechos en contra del Sindicato Minero Metalúrgico y Similares de la República Mexicana y de la empresa BOMBARDIER, esto fue en el año 2011, hace ya más de 8 años.

Hoy quiero manifestar que no somos enemigos de los trabajadores de BOMBARDIER, si el Sindicato Nacional tomo la decisión o determinación de acuerdo a su estatuto o conveniencia de que los trabajadores pertenecientes a la Sección 200 del Sindicato Minero sean los paganos, que estos compañeros serán los que paguen las malas decisiones de sus dirigentes y los  obliguen a pagar estas y otras más demandas de despidos injustificados, postergación de derechos así como las demandas por ayudas mutualistas, es una decisión del Sindicato Nacional y local del Sindicato Minero.

Envío un saludo fraternal a todos los trabajadores de BOMBARDIER, a los compañeros de la Sección 200, reiterándoles mi amistad y nuevamente decirles que no somos sus enemigos al contrario somos sus amigos y estamos informando con la verdad para que no sean engañados más. Un fuerte abrazo, su amigo

VÍCTOR NAVARRETE MADONADO

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