ACAPULCO SHORE

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(Reportaje especial)
Una pintora surrealista busca colocarse en la alta sociedad de México en los años 60’s, así
que empuja a su bellísima hija a casarse con un disoluto noble italiano para adquirir el título
de condesa. Después de una fastuosa boda todos van a vivir a un tremendo palacio en un
paraíso tropical. Pero la chica no es feliz pues queda atrapada en un matrimonio sin amor
con un hombre al que apenas conoce, quien le lleva más de diez años y que además es un
libertino y posiblemente pederasta.
Un día el conde aparece muerto en la piscina de su mansión con cinco tiros en el pecho, al
parecer su joven mujer lo ha asesinado, pero es la arrepentida madre de esta quien se echa
la culpa y va a prisión por dicho crimen.
Suena como el pésimo guión de la peor de las telenovelas, sin embargo fue el caso de
Sofía Bassi, quien en 1968 fue acusada de asesinar a su yerno el conde Cesare De
Aquarone.
Este crimen que nunca fue esclarecido fue pagado por la señora Bassi, quien purgó cinco
de los ocho años a los que fue condenada en una prisión acapulqueña rodeada de
privilegios que ninguna otra interna tenía, recibiendo visitas de sus allegados de clase alta e
intelectuales de la época quienes ejercieron mucha presión al gobierno de aquel entonces e
incluso amenazaron con boicotear las olimpiadas.
A modo de protesta, Bassi, José Luis Cuevas, Alberto Coronel y otros pintores decoraron
con un mural colectivo las paredes de su celda, la cual de hecho no ocupo, pues ella residía
en la enfermería de la prisión.
Un caso que alimentaba el morbo a raudales ya que la prensa de la época no dejó de
drenar la situación pues no solo las revistas del corazón y la nota roja cebaron sus ventas,
también la televisión ya que no solo se trataba de ver caer a los ricos y poderosos. Hubo
mucha política de por medio. Y no solo con respecto al trato privilegiado de la pintora en
prisión, se dice que hasta se modificó la ley para poder liberarla y así en 1972 Sofía Bassi
quedó libre.
Después de la prisión, ella se encumbró aún más como “socialité” y sus cuadros cobraron
mucha fama, sobre todo aquellos pintados en la cárcel. Incluso pintó un cuadro
conmemorativo del viaje a la luna encargado por la “NASA”, además de recibir diversos
premios y reconocimientos por su obra.
Pero Sofía prefirió confinarse a su mansión junto a su hija, siempre pintando hasta el día de
su muerte, justo después de terminar su opus magna: una enorme cámara en forma de
huevo que decoró por dentro y fuera en la cual pretendía ser velada y enterrada. Sofía
falleció a los 88 años en 1998.
Su legado pictórico nos deja unos trazos y pinceladas melancólicos y cargados de una
atmósfera enrarecida a la vez incómoda y pacífica.
Este curioso caso quedó plasmado en el documental “Acapulco 68” del argentino Javier
Liberman, e incluso fue tomado como inspiración para uno de los capítulos de la serie
“Mujeres Asesinas”.
Escrito por Dead Souls
Para mayor información, visita: https:s://www.facebook.com/DeadSoulsOficial/
* Dead Souls nace en agosto del 2016 y está integrado por jóvenes hidalguenses
que gustan de la, música, novela gráfica, diseño y cine, realizando diferentes
eventos de orientados al Rock Gótico, PostPunk, Rock Industrial y Dark Electro,
géneros nuevos para nuestro estado.

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