Secaron la pileta donde fluía el líquido
Por Juan Sabino Cruz
ALMOLOYA, Hgo. – Poco a poco se va destruyendo la icónica zona del manantial y lavaderos públicos de la cabecera municipal de Almoloya, una zona de recreo para los vecinos y punto turístico de los paseantes que visitan el pintoresco pueblo.
Los investigadores establecieron que el significado de «Almoloya» es «lugar donde mana la fuente de agua» o «lugar donde brota el agua». Proviene del náhuatl.
Ese es el origen de la cabecera municipal, inclusive, frente a las oficinas del Ayuntamiento se encuentra un abundante manantial, solamente los divide un pequeño jardín con grandes árboles.
Anteriores administraciones municipales se han preocupado por brindar mantenimiento al manantial, lo han secado para lavarlo y desazolvarlo, pues con la entrada de la primavera es muy visitado por jóvenes que acuden a nadar o simplemente refrescarse con un buen chapuzón.
Inclusive, los visitantes acuden al céntrico lugar para conocer el lugar que es punto turístico junto con la iglesia cuya cúpula fue elaborada con 2566 ollas de barro.
Como es de esperarse, es antiquísimo ese manantial, dicen que una vez que fue lavado, en su interior hallaron muchos objetos, llamó la atención una corroída pistola tipo revolver; algunos presumen que fue usada en la Revolución Mexicana, otros refieren que pudo haberse cometido algún homicidio y el responsable arrojó el arma al agua para evadir su responsabilidad, de ahí nacen muchas historias.
Durante el siglo ante pasado, el manantial fue circulado con una barda de roca, quedó tipo alberca, esta obra concluyó el día 10 de julio de 1896, según una placa hallada en el lugar, durante mantenimiento que brindo la administración a cargo de la profesora Margarita Ramírez, sin duda, una excelente alcaldesa.
En la zona del manantial, también se edificó una pileta con una docena de lavaderos públicos, ahí acudían a lavar sus ropas decenas de mujeres que no tenían agua en sus hogares.
ABANDONADOS POR EL MUNICIPIO
Marina Ramírez y sus tibios munícipes, como si desconocieran la historia de su municipio, el origen del nombre de Almoloya, tienen en total abandono el lugar, lo más grave es que desde hace varios meses retiraron el agua de la pileta de los lavaderos, el argumento es que casi nadie acude a lavar.
Alguien debió informarles que al retirar el agua a la pileta que siempre estuvo húmeda, como la cisterna de una casa, rápido sufrirá cuarteaduras e inicia su destrucción natural.
Si la alcaldesa Marina Ramírez y sus regidores hacen “oídos sordos” por incompetencia o simple negligencia, sin duda, debe intervenir para su rescate el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

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