Alerta por el uso de cannabis: un riesgo para la salud mental y física

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La cannabis o marihuana es la sustancia ilegal de mayor uso a nivel mundial. Su consumo antes de los 15 años es un factor predictivo del abandono escolar y puede predisponer a la experimentación con otras sustancias.

Existen dos factores que influyen en esto:

1. Los espacios para adquirir cannabis son los mismos donde se comercializan otras sustancias ilegales, lo que facilita el acceso a éstas.
2. Los efectos psicológicos del consumo de cannabis aumentan el interés de las personas jóvenes por otras sustancias.

La forma habitual de consumo del cannabis es por vía oral, ingerida o fumada, siendo esta última la manera más extendida. Sin embargo, cada vez es más popular la utilización de vaporizadores con extractos de alta pureza de tetrahidrocannabinol (THC), componente responsable de los efectos psicoactivos.

Los efectos físicos que se pueden experimentar son un ligero aceleramiento del ritmo cardiaco, dilatación de los vasos sanguíneos, enrojecimiento de los ojos, aumento del apetito y sequedad en la boca, así como mareo y pérdida de la coordinación.

Suele presentarse una sensación de relajación o euforia, fatiga, disminución de la concentración, alteración de los sentidos y en la capacidad de respuesta, de la percepción del tiempo, la atención y en la toma de decisiones.

El consumo habitual puede generar un estado de apatía y falta de motivación para realizar tareas. Además, las personas pueden experimentar un estado depresivo, que ocasiona falta de interés o satisfacción. También pueden presentarse episodios de ansiedad y paranoia, aún con bajas dosis.

Asimismo, es posible que se desencadenen desórdenes mentales latentes como psicosis o esquizofrenia en personas con predisposición genética; mientras que las alteraciones de procesos mentales, como la disminución de la concentración y la falla de la memoria a corto plazo, son consecuencias no deseadas que ocurren en cada consumo.

Uno de los efectos no deseados más comunes es la abrupta disminución de la presión arterial, a raíz de la cual la persona siente un malestar generalizado que se agudiza con náuseas, mareos, vómito, piel pálida, ansiedad y una profunda desorientación.

Los trastornos en la salud causados por la marihuana inician con el desarrollo de una dependencia o adicción, caracterizada por la pérdida de control en el consumo y la aparición del síndrome de abstinencia.

A corto plazo, las consecuencias que pueden ocasionar la muerte son brotes psicóticos, conductas suicidas, accidentes cerebrovasculares o paros cardiacos. En tanto que, a largo plazo, se presentan alteraciones del comportamiento y trastornos de la salud mental, como psicosis, depresión, ansiedad y conducta suicida; además de afecciones cardiovasculares, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y cánceres del aparato respiratorio.

Por lo anterior, la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) recuerda a la población que, ante cualquier duda relacionada con el consumo de sustancias psicoactivas o en temas de salud mental, es importante mantenerse informados.

De igual manera, la dependencia invita a visitar los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones que se encuentran en Pachuca, Tula, Ixmiquilpan, Sahagún, San Felipe Orizatlán y Huejutla; o a comunicarse a la Línea de la Vida 800 911 2000.

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