Se recomienda una dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 a las personas de 18 años o más, en especial las personas de mayor riesgo de complicaciones por la enfermedad como mayores de 60 años, con enfermedades como diabetes, hipertensión, VIH, cáncer u otros, incluidos por riesgo de exposición como los trabajadores de la salud.
Se recomienda un refuerzo de COVID-19, porque como ocurre con otras vacunas, los niveles de protección pueden comenzar a disminuir con el tiempo. Los estudios demuestran que después de vacunarse contra el COVID-19, la protección contra el virus y la capacidad de prevenir la infección por las variantes del virus podrían reducirse con el tiempo y debido a los cambios en las variantes.
El refuerzo ayudará a reducir el riesgo de que necesite ingresar al hospital debido a la infección por COVID-19 este invierno.
Aunque las vacunas contra el COVID-19 siguen siendo efectivas para prevenir cuadros graves de la enfermedad, datos recientes sugieren que su efectividad para prevenir la infección o cuadros graves de la enfermedad se reduce con el tiempo, especialmente en personas de 65 años o más.
La aparición reciente de la variante ómicron vuelve a destacar la importancia de la vacunación, las dosis de refuerzo y las iniciativas de prevención necesarias para protegerse del COVID-19.
Los datos de ensayos clínicos mostraron que una dosis de refuerzo aumentó la respuesta inmunitaria en los participantes de los ensayos que completaron el esquema principal con la vacuna de Pfizer-BioNTech o de Moderna 5 a 6 meses antes o que recibieron la vacuna de dosis única de J&J/Janssen 2 meses antes. Si se aumenta la respuesta inmunitaria, las personas deberían tener mejor protección contra la infección por COVID-19. En el caso de las vacunas de Pfizer-BioNTech y J&J/Janssen, los ensayos clínicos también demostraron que una dosis de refuerzo ayudó a prevenir cuadros graves de la enfermedad.
El refuerzo se ofrece primero a los más vulnerables y luego se distribuirá a los grupos de edad más jóvenes.
Se recomienda administrar una dosis de refuerzo de la vacuna a la que tenga acceso.
Los efectos secundarios comunes, al igual que con la dosis anterior, incluyen:
- Tener una sensación de dolor, pesadez y sensibilidad en el brazo donde recibió la inyección; esto tiende a empeorar alrededor de 1 a 2 días después de la vacuna
- Sensación de cansancio
- Dolor de cabeza
- Dolores generales o síntomas leves similares a los de la gripe
Si se tiene otros síntomas de COVID-19 o fiebre, acuda con su médico. Los síntomas posteriores a la vacunación normalmente duran menos de una semana. Si sus síntomas parecen empeorar o si está preocupado acuda a su médico.
Las personas que presentaron una reacción grave a una dosis anterior de la vacuna, debe comentarlo con su médico la posibilidad de una vacuna de refuerzo o su contraindicación.
La vacuna COVID-19 reduce la posibilidad de padecer COVID-19. El cuerpo tarde unos días en desarrollar la protección con la dosis de refuerzo. Como todos los medicamentos, ninguna vacuna es completamente efectiva; algunas personas aún pueden contraer COVID-19 a pesar de haber recibido una vacuna, pero esto debería ser menos grave.
Si no se ha recibido el esquema de vacunación inicial se recomienda aplicar las vacunas lo mas pronto posible, con la vacuna que tenga acceso.
*Con información de Asociación Mexicana de Vacunología
