Hidalgo

“Apan es tierra de Zetas”: Advierten

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13 octubre, 2016

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Vulnerable la sociedad frente a comando armado
Por Juan Sabino Cruz
APAN, Hgo.-Auténtica pesadilla que no se le desearía al peor de los enemigos vivieron personas de trabajo cuando, la madrugada del martes, violento comando armado acabó con la tranquilidad de la noche al irrumpir en su hogar en Apan, saquearon, aterrorizaron y por fortuna las agresiones fueron menores, no hubo vidas que lamentar.
Testigos y alguna de las víctimas narraron lo ocurrido esa terrible madrugada, después surgieron las especulaciones, algunos refieren que fue un comando armado que se equivocó de casa o fue un mensaje para las autoridades, otros que se trató de un abuso de la Policía Federal, lo cierto es que las investigaciones están en marcha para tratar de esclarecer los hechos.
Se conoció que minutos después de las tres horas del martes, mientras unas patrullas de federales se ubicaban en las salidas de Apan, un comando armado cerró la calle Benito Juárez, entre Reforma y Guerrero, así por lo menos una treintena de hombres y mujeres armados hasta los dientes tomaron sus posiciones en el frente de la casa, así como en la parte trasera del inmueble, justo a un lado de las vías del ferrocarril.
La tranquilidad de la noche se vio interrumpida por el grito de: “Abran, Policía Federal”.
Al mismo tiempo, con un ariete (barra metálica) empezaron a dar tremendos golpes al predio que cuenta con varios departamentos.
Los moradores y vecinos afirman que despertaron asustados, originalmente se pensó que estaba temblando, después se dieron cuenta de la realidad, salieron a preguntar que ocurría y se enteraron de la trágica realidad, muchos hombres con armas largas, en ocasiones más grandes que quienes las portaban, apuntaban al interior del inmueble.
Con palabras obscenas exigían que abrieran, pues el ariete apenas alcanzo a votar una ventanita que se utiliza para ver a la calle sin abrir, empero, no podía abrir el zaguán.
Alarmados inquilinos y vecinos pidieron auxilió a Seguridad Municipal, advierten que respondió un oficial que no dio su nombre, empero, una patrulla Tsuru se presentó al lugar de la agresión pero integrantes del comando les exigieron que se retiraran, advirtieron que era un operativo federal.
Cuando lograron entrar al inmueble los integrantes del comando armado que en su mayoría muy altos, dicen que tipo norteño, mismos que vestían chalecos con la leyenda de Policía Federal y la bandera de México en un costado frontal, con las manos pesadas como un mazo dieron golpes de conejo en la nuca y cara a los jefes de familia que intentaban proteger a sus familias.
Inclusive, entre el comando se pudieron detectar mujeres, muy jovencitas que parecían adolescentes, era notorio que apenas podían cargar las grandes armas que las superaban en altura.
Presuntamente, los hombres, integrantes del comando, atemorizaban con su sola presencia, eran altos y estaban llenos de armas en diferentes partes del cuerpo, inclusive, traían pistolas en ambas piernas, arriba de los tobillos y radios de comunicación acondicionados al chaleco.
¿BUSCABAN A UN HOMBRE?
Los integrantes del comando sometieron a intenso interrogatorio a una primera familia, amenazaban y exigían les dijeran donde estaba, sin precisar que buscaban, después pedían hablaran sobre su ocupación y a los jóvenes que estudiaban y hasta sus relaciones de noviazgo, cuestionaban hasta porque se tenía cargando un teléfono celular, inclusive, levantaron las tapas de las cajas de los W.C.
Por lo menos ocho personas hombres y mujeres allanaron y escudriñaron hasta el último rincón de la vivienda, destruyeron las cámaras de video y se llevaron el aparato de grabación, así como un teléfono celular, radios de comunicación portátiles, billeteras con efectivo, tarjetas de crédito, documentos personas entre otros objetos de valor.
Fueron muchos los vecinos que despertaron y se espantaron ante el inusual movimiento, intentaron asomarse desde la rendija de una ventana o por la azotea, pero los integrantes del comando estaban por todas partes del inmueble, amenazantes les advertían que regresaran sus casas o les pesaría, nadie se opuso.
Al terminar de revolver el departamento y no encontrar absolutamente nada, se pasaron a la vivienda de un hermano de la primera víctima, el procedimiento fue muy similar en su búsqueda, les hacían infinidad de preguntas, dejaron entrever que buscaban alguien proveniente de Ciudad Valles, estado de San Luis Potosí o Zacatecas.
Inclusive, en todos los teléfonos celulares intentaron marcar un número que empezaba con cuatro, sin embargo, el comando se dio cuenta que no había ninguna conexión con su búsqueda, escudriñaron todo el inmueble y no encontraron lo que buscaban, mucho menos drogas, se dieron cuenta que eran familias limpias, dedicadas a su trabajo.
Presuntamente, uno de los hombres fuertes y posible mando, que al igual que sus compañeros se cubrían el rostro con una especie de pasamontañas, siempre fue respetuoso y dijo: “El patrón está muerto, no vamos a hacerles daño, hay muchos chapulines, venimos a protegerlos del cartel del golfo”.
Después de casi una hora de “operativo”, por radio de comunicación llamarón al comando, les indicaron que ya salieran, que las camionetas estaban formadas, fue así que se retiraron, sin antes cargar con ahorros que fueron con casi cuarenta mil pesos en efectivo y algunos objetos valiosos que sumarian un botín máximo de cien mil pesos.
LLEGÓ LA POLICÍA ESTATAL
Después de la amarga pesadilla, Policías Estatales hicieron su aparición en el lugar de los hechos, supuestamente se encontraban en Emiliano Zapata.
Al amanecer, los afectados se entrevistaron con la alcaldesa Ángeles Anaya, le exigieron garantías, cuestionaron que la Policía Municipal se haya presentado al lugar y retiraron amedrentados cuando les dijeron que era un operativo federal, sin corroborar la veracidad.
Criticaron que el Secretario Municipal y director de la Policía Preventiva tengan a su cargo las mejores patrullas para uso particular, pues esos vehículos deben destinarse a vigilar y proteger a la sociedad.
RESPUESTA DE AUTORIDADES
Trascendió que la alcaldesa Ángeles Anaya reiteró que su compromiso es con la sociedad apanense y no protegería a los uniformados que no cumplieron con los protocolos para prestar ayuda, inclusive, si tuvieran alguna responsabilidad que se actúe conforme a derecho.
Temporalmente, se dejó una patrulla vigilando el inmueble allanado.
También se dijo que un alto mando de la Delegación Hidalgo de la Procuraduría General de la República se trasladó hasta Apan y sus primeras investigaciones, supuestamente, revelaban que tras consultar diversas plataformas podía decir que el comando que cometió el allanamiento no fue de fuerzas federales.
Las víctimas también fueron atendidas por titulares del gabinete del Gobierno de Hidalgo, mismos que están interesados en esclarecer los hechos y hay una investigación en marcha.
Cabe hacer mención que en redes sociales se han hecho circular mensajes que supuestamente son enviados por la delincuencia organizada y amenazan a la sociedad, quizá sea una broma de mal gusto, sin embargo, para alertar los reproducimos en fotografías.
Está experiencia deja claro que los diferentes niveles de gobierno ya deben aceptar la realidad de la inseguridad que se vive en Hidalgo, su trabajo sería empezar por formalizar coordinación policial regional e interestatal, solamente así se podría proteger a la sociedad, pues de lo contrario continuarán vulnerables frente a comandos de esta magnitud.