JOVEN HERIDO POR UNA BALA PERDIDA

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Dr Israel López Sierra
SALVADO POR MÉDICOS DEL IMSS
El personal médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), delegación Hidalgo, actuó con prontitud y diligencia al recibir a un trabajador herido por el impacto de un disparo que ni siquiera se supo dónde y quién lo realizó.

Una bala perdida estuvo a punto de cegar la vida de un hombre de 32 años en el municipio de Mineral del Chico, pero todo cambió debido a una rápida atención, una gran comunicación y el trabajo en equipo del área de Urgencias del Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZ/MF) No. 1 de Pachuca, todo se conjuntó para que el hombre salvara la vida.

El calor y la humedad de la sangre en su hombro izquierdo le anunciaron la herida, ni siquiera sintió dolor, sus compañeros de trabajo quienes refieren haber escuchado una lejana detonación, fueron quienes lo auxiliaron, pues el sangrado de inmediato comenzó a desorientarlo.

Las heridas ocasionadas por una bala calibre 22 como la que recibió, suelen ser perjudiciales y difíciles de rastrear. En algunos casos, llegan a entrar por la parte torácica y salir por un glúteo o la columna, pues una vez dentro del organismo se desplazan.

Tratándose de un código rojo del sistema Triage, los médicos Israel López Sierra, médico de urgencias y Alejandro Antonio Ayala Correa, cirujano general y de trasplante, ambos del turno matutino y adscritos al HGZ/MF No.1, decidieron avocarse al paciente y no en los trámites administrativos de ingreso, ya que presentaba una herida por proyectil de arma de fuego con sangrado continuo, nerviosismo y variación en el ritmo cardiaco. Temían que el impacto hubiese dañado el corazón o alguna arteria que comprometiera su vida.

“Antes de que se investigara (si contaba con afiliación), lo primero que se hizo fue, notificar al área de quirófano para que en caso de necesitar hacer cirugía, una sala estuviera lista y poder darle atención al paciente de manera inmediata” señaló Alejandro Ayala.

Se realizaron estudios clínicos para el paciente traumático, donde se pudiera ver la circulación, checar la presión arterial o algún otro síntoma de alarma. Se tomó un ecocardiograma de urgencia y una placa de rayos x portátil evitando mover al paciente, donde se pudieron percatar que no había perforación de corazón que al momento era lo más importante, pero comenzó a tener una hemorragia.

“Cuando ingresó, se notaba el orificio de entrada pero a simple vista no se podía ver el de salida, se comenzó a rastrear, pero por la misma naturaleza de la emergencia se dio paso a reanimar con líquidos, esto debido a que empezó a bajar la presión del paciente” comentó Israel López Sierra.

Una vez localizado el orificio de salida, se le colocó una sonda de pleurostomía del lado donde salió la bala, para poder drenar toda la sangre y evitar un colapso pulmonar que también pusiera en peligro la vida del paciente o le dejara daños permanentes en su salud.

Finalmente se le hizo su seguimiento en hospitalización después de que lo estabilizaron, subió a piso a cargo del servicio de cirugía general, se estuvo al tanto de la evolución y al cabo de tres días, después de haber ingresado, fue dado de alta sin ninguna complicación.

Hay urgencias relativas y reales, y esta era una urgencia real. Representaba vida o muerte para el paciente, por lo que para el equipo, el apoyo, la comunicación y dejar a un lado lo administrativo, como lo son los formatos de interconsulta y firmas de los doctores, dejó un alto grado de satisfacción al poder atender al hombre y salvar su vida.

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