Llegó la esperanza de México
Por Juan Sabino Cruz
Ciudad de México. – Hoy, primero de diciembre del año 2018, ha sido un día histórico para la nación mexicana, Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como Presidente de México. El pueblo de México, así como lo hizo el primero de julio en las urnas, ahora se le entrego en las calles y redes sociales, sí, es la esperanza de acabar con la corrupción y aspirar a un mejor nivel de vida que catapulte al país al primer mundo.
Como lo dijo el propio presidente López Obrador, no le puede fallar a los mexicanos, junto con su equipo de trabajo deberá ser mesurado al tomar decisiones, inclusive, al hacer comentarios, porque ahora es el representante de una nación y todo repercute positiva o negativamente en este mundo globalizado.
Al amanecer, después del himno nacional que las televisoras entonan a las seis de la mañana, los noticieros prácticamente olvidaron de la reunión del G-20 celebrada en Argentina. La noticia estaba en México, era la toma de posesión del presidente de izquierda que fue constante y jamás desistió en su intento por ser primer mandatario de la nación.
El nuevo presidente llamado “Peje”, en su Volkswagen Jetta, color blanco, con la máxima sencillez llegó al palacio legislativo de San Lázaro, ahí le fue colocada la banda presidencial y se dio cumplimiento a todos los protocolos.
Al hacer uso de la palabra, López Obrador se apoderó del micrófono por más de una hora, sin duda, muy interesante fue su discurso, prácticamente, la mitad dedicado a criticar a los gobernantes que en los últimos 35 años dirigieron a México.
Literalmente, califico de ladrones o corruptos a sus antecesores de la citada época, menciono que de enjuiciarlos no cabrían tantos en las prisiones del país, además de que se distraería tiempo que se puede utilizar el trabajar. Hasta pareciera que hay acuerdo para un “borrón y cuenta nueva”.
Quien pareciera que vivió una pesadilla fue Enrique Peña Nieto, mandatario saliente, durante el discurso de López Obrador, experimentaba muecas de incomodidad que pareciera trataba de disimular al cruzar palabras con su compañero que estaba a su izquierda el político de izquierda Martí Batres.
Vale la pena mencionar que el priista Miguel Ángel Osorio Chong, ex secretario de Gobernación y, ahora, Senador de la República, se vio muy atento en dos ocasiones, ambas para estrechar la diestra a la entrada y salida del nuevo Presidente de México.
En su discurso, López Obrador presentó un catálogo de buenas intenciones que hablan de planes, programas y acciones de gobierno que deberán implementarse para acabar con la inseguridad, estimular la economía, respeto al estado de derecho y, principalmente, los Derechos Humanos.
La mosca en el arroz quizá sería la invitación al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, mismo que fue repudiado con una pancarta en el mismo palacio legislativo de San Lázaro, lugar donde no acudió el mandatario veneco, este se incorporó a la comida en Palacio Nacional.
