*“No se trata de satanizar los alimentos procesados, pero tampoco debemos normalizarlos”, afirmó Leticia Hernández Téllez, alumna Garza
*Actualmente, el etiquetado nutricional no menciona si los productos tienen estos aditivos
San Agustín Tlaxiaca, Hidalgo. – El creciente consumo de productos ultraprocesados con colorantes artificiales
representa un riesgo significativo para la salud. Por esta razón, Leticia Hernández Téllez, estudiante de Nutrición en la
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), desarrolla el proyecto “Regulación de colorantes artificiales en
México” con el objetivo de concientizar, proponer normativas y proteger el bienestar de la población.
La alumna Garza explicó que el uso excesivo de este tipo de aditivos puede generar efectos nocivos a largo plazo, como
alergias, trastornos de conducta e incluso cáncer. Aunque hay opciones naturales disponibles, la industria prefiere los
productos sintéticos gracias a su bajo costo, mayor durabilidad y atractivo estético, características que los hacen más
accesibles y populares entre los consumidores.
Entre los más utilizados se encuentran el rojo Allura AC (E129), el amarillo crepúsculo (E110) y el azul brillante (E133). Si
bien estas sustancias están prohibidas en países como Alemania, Singapur, China, Estados Unidos, Noruega y Suecia; en
México aún no hay una regulación específica. Actualmente, más allá del etiquetado nutricional, no se mencionan estos
aditivos, lo que evidencia la necesidad de que se indique la cantidad de colorante que poseen los productos.
Por su parte, Yari Jaguey Hernández, profesora investigadora del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), señaló que uno
de los principales retos para implementar normativas en el país es el impacto económico que implicaría para la industria
alimentaria en los costos de producción. Además, las poblaciones con menor poder adquisitivo son las más vulnerables,
ya que los productos ultraprocesados suelen ser más accesibles.
Ante ello, la docente Garza enfatizó la importancia de fortalecer la educación alimentaria, señalando que los
profesionales de esta área no solo deben informar, sino también ofrecer alternativas, para que la población pueda
tomar decisiones conscientes y disminuir la dependencia de este tipo de sustancias químicas.
Finalmente, Jaguey Hernández destacó que desde la academia se debe fomentar la investigación, el pensamiento crítico
y la difusión científica. “Las y los estudiantes de hoy serán los profesionistas que cuidarán de la sociedad en el futuro,
por lo que es crucial formar líderes comprometidos con el bienestar público, capaces de proponer soluciones
innovadoras y promover hábitos benéficos para todas y todos”, concluyó.

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