PACHUCA, Hgo. – Lo que inició como una jornada de trabajo para un comerciante de chilaquiles terminó en una violenta detención que ha generado indignación entre testigos y familiares. El hecho ocurrió la mañana del pasado viernes en la explanada del Reloj Monumental, sobre Plaza Independencia, colonia Centro de Pachuca, donde seis policías estatales se acercaron inicialmente como clientes, pero minutos después esposaron con violencia a Mauricio Téllez Pérez, de oficio vendedor de desayunos.
De acuerdo con versiones de testigos, uno de los agentes, acompañado de un hombre de complexión robusta, tez blanca y calvo, señaló el carrito de desayunos del comerciante. Acto seguido, el policía tomó una bolsa negra (ocupada para trasladar totopos) del puesto semifijo y, sin mostrar su contenido, aseguró a los presentes que contenía droga. De inmediato, otros dos uniformados sometieron a Mauricio entre jaloneos y empujones, mientras él imploraba que lo dejaran en paz. Artesanos y clientes que se encontraban en el lugar custodiaron el carrito de comida tras la detención y dieron aviso a la madre de Mauricio.
La familia del detenido denunció que Mauricio fue arrestado alrededor de las 11:50 horas, pero no fue presentado ante el Ministerio Público sino hasta las 20:00 horas, lo que contraviene los principios del sistema de justicia penal. En su búsqueda, la madre del joven acudió a distintas dependencias, donde le negaron información sobre su paradero.
Finalmente, supo que había sido ingresado a la Unidad Especializada en la Investigación del Delito de Homicidio Doloso y Narcomenudeo, donde horas más tarde se le permitió verlo tras promover un amparo con número de expediente 2099/2025-4, radicado en el Juzgado Segundo de Distrito.
El comerciante aseguró a su madre que, tras ser detenido, fue golpeado por al menos cuatro policías estatales en un cuarto desconocido: recibió patadas en las piernas, puñetazos en la espalda y golpes en la cabeza con un anillo metálico. También relató amenazas verbales y jaloneos que lo dejaron con dolor de cabeza, espalda y costillas, además de un estado de nerviosismo y temor.
Ante la gravedad de los hechos, la familia presentó la queja CDH EH-VG-1624-25 ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo, por abuso de autoridad y presuntos actos de tortura.
Después del calvario sufrido, fue puesto a disposición del juez de control, quien decretó el plazo constitucional de 72 horas para determinar la situación jurídica del joven. La audiencia inicial se reanudó el martes, sin embargo, fue diferida luego de que se solicitara la duplicidad del plazo constitucional para allegarse de más pruebas.
Los familiares subrayan que Mauricio es un hombre de trabajo que diariamente se gana la vida de manera honrada con la venta de chilaquiles en un puesto semifijo frente a la carpa de artesanos en la Plaza Independencia.
“Mi hijo no es un delincuente, es un hombre honrado, trabajador que lo único que hace es vender desayunos para salir adelante”, declaró su madre.
