Almoloya no sólo es un municipio lleno de historia y cultura, también un lugar que ofrece a sus visitantes una experiencia rica en tradiciones y sabores. Cada rincón de este municipio hidalguense cuenta una historia que se mantiene viva en sus fiestas, su comida y sus artesanías, haciendo de Almoloya un verdadero tesoro de Hidalgo.
Conocido como «lugar donde emana agua», celebra un año más de historia y tradición en el estado de Hidalgo. A una altitud de 2,520 metros sobre el nivel del mar y a 69 kilómetros de Pachuca, este municipio se caracteriza por su clima templado subhúmedo y su rica herencia cultural.
En la época prehispánica, Almoloya compartió su desarrollo con Apan, siendo posiblemente ocupado por grupos toltecas y, posteriormente por tribus chichimecas. Estas tierras formaron parte del reino de Acolhuacan y, tras la creación de la triple alianza por Tecuhtli Itzcoatl, se anexaron al imperio azteca, abarcando gran parte del actual territorio hidalguense.
Durante la Guerra de Independencia, los llanos de Apan fueron estratégicos para los insurgentes. José Francisco Osorno, a partir de agosto de 1811, lideró contingentes que operaron en los territorios de los actuales estados de Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, teniendo a Almoloya como un punto central de sus operaciones.
Tras la Independencia de México y la promulgación de la primera Constitución, Almoloya pasó a formar parte del Estado de México, destacándose en el desarrollo económico gracias al comercio de productos agrícolas y ganaderos, especialmente el pulque. Este período también vio el florecimiento de la alfarería, aprovechando el barro de las lagunas locales.
Con la creación del Estado de Hidalgo en 1869, Almoloya se integró bajo la jurisdicción del distrito de Apan. El 2 de agosto de 1936, Almoloya fue elevado a categoría municipal, siendo presidente municipal el C. Víctor Martínez Meneses, quien gobernó de 1936 a 1942 y luego en un segundo periodo de 1943, actualmente, el municipio cuenta con 116 comunidades y rancherías.
Almoloya ofrece una variedad de lugares para visitar, como su iglesia con una cúpula hecha de jarros, y las haciendas construidas entre finales del siglo XIX y principios del XX, dignas representantes de la arquitectura porfiriana.
La oferta gastronómica de Almoloya es diversa y deliciosa. Entre sus platillos típicos destacan los mixiotes de pollo y carnero, escamoles, gusanos blancos de maguey, chinicuiles, gualumbos, barbacoa y platos con nopales. Las bebidas tradicionales incluyen el pulque (blanco y curado), aguamiel y vinos de frutas, acompañados de dulces derivados del piloncillo.
La fiesta principal de Almoloya se dedica a la Virgen de la Concepción, se celebra el día 8 de diciembre. Esta celebración incluye ceremonias religiosas y una feria en la plaza principal con juegos mecánicos, puestos de comida, ropa y artesanías.
Los visitantes pueden llevarse un pedazo de Almoloya a casa mediante sus artesanías, como artículos de barro y losa, trabajos en palma (sombreros, sillas, canastas) y finos bordados. Además, se fabrican lazos y aventadores con derivados del maguey.
El próximo 1 de agosto a las 18:30 horas, la Profesora Margarita Ramírez Benítez, Presidenta Municipal de Almoloya encabezará la inauguración de la Expoferia por el 88° aniversario. Contando con un amplio cartel para fomentar el sano esparcimiento entre los habitantes y visitantes.
A nuestros lectores, les informamos que el recinto ferial estará ubicado junto al nuevo Centro de Salud, y el estacionamiento será en el Mercado Municipal.
