Dejó más emociones que certezas.
Por Gerardo Sol
TEPEAPULCO, Hgo. – En un evento clave para los candidatos a la alcaldía de Tepeapulco, el debate del día de ayer, reveló las diferencias en estilos y propuestas, pero también destacó la falta de conexión emocional de algunos contendientes con la audiencia. La discusión, marcada por emociones encontradas y público fiel en la lluvia, no logró un consenso sobre un líder claro, a pesar de las variadas estrategias de los candidatos.
Alfredo Quiroz, candidato de Morena, optó por un enfoque meticuloso, leyendo sus respuestas y tratando de evitar errores, sin embargo, un pequeño tropiezo en el tema de turismo demostró los límites personales y exhibió su método preparado.
Su falta de contacto visual con el público dejó una impresión de rigidez y nerviosismo.
Lino Barrios fue superado por los nervios a pesar de contar con un apoyo visible de banderas y autos. Sus respuestas, poco preparadas, no lograron transmitir una razón de peso, por la cual debería ser considerado para el puesto.
Los oradores priistas Fernando y Pepe Jasso (MC) mostraron su habilidad en la oratoria tricolor, aunque sus propuestas fueron vistas como genéricas y excesivamente alineadas a propuestas partidista, lo que podría no resonar con las necesidades locales.
El menos experimentado políticamente, Francisco Hernández, “Paco” como le llaman sus amigos, sorprendió al recibir la mejor evaluación de la noche.
A pesar de algunos momentos de titubeo, propuso ideas innovadoras como la implementación de vehículos eléctricos para servicios de seguridad y municipales, la promoción de Tepeapulco que tiene vasta riqueza cultural como es la zona del Xihuingo, su ex convento, la laguna de Tecocomulco, su gastronomía, el reconocimiento como pueblo con sabor, y “cuna de la antropología moderna.
Presentó conocimiento en soluciones prácticas a corto y largo plazo para problemas como la escasez de agua y su intolerancia a la corrupción.
Fidel Ocadiz, quien también participó en el debate, optó por una estrategia de bajo perfil, evitando conflictos y manteniéndose abierto a alianzas, aunque sin destacar significativamente.
El evento no solo fue una muestra de las capacidades de los candidatos, sino también un termómetro de la pasión de sus seguidores, que llenaron las calles con pancartas y cánticos.
Con el debate concluido, queda claro que aún hay mucho trabajo por hacer y más por convencer. Las propuestas que combinen el valor de la historia de Tepeapulco con innovaciones significativas serán las que probablemente marquen la diferencia en las urnas el próximo 2 de junio.