Pagan lo que le viene en gana al pobre trabajador del campo
POR EL CAMPIRO
PACHUCA, Hgo. – Hola reciban un saludos rodos los lectores, seguidores y amigos de EL REPORTERO.
Como lo hemos venido haciendo en los últimos días, vamos a comentar asuntos del campo Hidalguense, en reiteradas ocasiones Ustedes, mis lectores, me han pedido que hable de temas del campo que lo han dejado sumido en el abandono casi total, un campo que anteriores autoridades y falsos líderes casi aniquilan con sus malas políticas, tranzas, vendettas y falta de un interés real por ayudar a aquellos que se matan de sol a sol trabajando las tierras de cultivo para llevar el sustento a casa.
Algunos de esos personajes dañinos para el campo ya se fueron, algunos falsos líderes están por irse, sin embargo, todavía quedan algunos que se resisten al cambio y se siguen enriqueciendo a costillas de los campesinos.
En concreto, me refiero a líderes charros que comandan los Sistemas Producto Estatales y Nacionales quienes al amparo de las autoridades se han enriquecido de manera exorbitante, nada más hay que mirar al municipio de Apan, ahí abunda toda clase de “ratas de dos patas”, ojalá que DON SANTIAGO NIETO pueda voltear la mirada al altiplano, identifique a esos vividores del campo y los haga sentarse en la palestra de los acusados para obligarlos a devolver bastante dinero que han robado.
TRANZAS CON SEGUROS
Hoy hablaremos de PROAGRO empresa dedicada a la venta de SEGUROS AGRÍCOLAS entre otros, comandada aquí en Hidalgo por un personaje muy peculiar del cual ya tendremos oportunidad de hablar en otra ocasión. Esta empresa fue al parecer la benefactora favorita de los anteriores Gobiernos Hidalguenses, basta decir que en los últimos años le han entregado más de 150 millones de pesos anuales por el pago de una póliza generalizada de seguro agrícola (SEGRO CATASTRÓFICO) que cubre de “casi” cualquier fenómeno climatológico que afecte a las cerca de 450 mil hectáreas de todos los cultivos que se siembran en el Estado.
Hasta ahí sería un tema plausible para nuestros exgobernantes, el problema empieza cuando hay una catástrofe natural, como la de este año 2022 donde por falta de lluvias y heladas tempraneras se vieron afectados los cultivos de cebada.
Aquí empieza el calvario para los campesinos, pues se ven obligados bajo amenazas, sí amenazas de tomar lo que les da en gana ofrecerles de indemnización, o quedarse sin nada, se ven obligados a aceptar las migajas que les ofrece PROAGRO y los Directores Agropecuarios de los Municipios, como si de un favor se tratara; y la realidad es que esa póliza de seguro, si bien es cierto que no la paga directamente el productor de su bolsillo, es una realidad que es pagada con los impuestos de todos, es pagada por el Gobierno en beneficio de “sus productores”.
Es pertinente mencionar que el pago que hace el Gobierno a PROAGRO es de una póliza básica, que cubre solo la falta de lluvia, inundaciones y heladas tempraneras, es una póliza que no rebasa los 600 pesos por hectárea, pero que aún con este precio bajo, la indemnización a los productores debiera rondar los $1,800.00 por hectárea, que cubriría el pago de la semilla que ocuparon, más el costo del barbecho y el costo de la siembra.
Veremos en los siguientes días si PROAGRO ofrece a los productores el pago de estos gastos básicos o como lo ha hecho siempre, por su historial les ofrecerá cuando mucho $300.00 por hectárea, claro con la complacencia de los falsos líderes que año tras año se enriquecen con sus tranzas a costa del esfuerzo del campesino, ahora la pregunto es donde quedan los otros $1,500.00 pesos, ahora si llegarán al trabajador del campo o terminarán en lucrativos invernaderos particulares de quienes mueven la política agrícola.
Es por eso que nos da gusto que se hayan ido muchos corruptos, ahora se espera que este nuevo gobierno que encabeza Julio Menchaca y su secretario de agricultura Napoleón González pongan orden en el campo de Hidalgo.
Por cierto, antes de retirarme debo mencionar que por ahí andan “falsos mecías” que exhiben ignorancia al autonombran líderes cebaderos, así por imposición, sin que se haya emitido la convocatoria donde el campesino en un ejercicio democrático elija a sus representantes.
Su amigo EL CAMPIRO por ahora me despido de ustedes, les envió un fuerte abrazo y en breve les estaremos entregando otros ensayos relacionados con el campo de Hidalgo.