¡Es nuclear Jacobo, nuuuucleaaaar!
No ha pasado ni un mes del inicio del gobierno de Julio Menchaca y ya vemos la punta del iceberg.
Fue precisamente el propio gobernador quien, en conferencia de prensa desde Huejutla, que advirtió lo que a lo largo de la campaña enarboló como símbolo de la transformación… combatir a la corrupción.
El anuncio de la detección de un fraude por más de 200 millones de pesos en los que están involucrados, cuando menos seis presidentes municipales, no sólo logró que la mayoría de las primeras planas de los periódicos en el estado le dedicarán las ocho columnas, sino que además provocó que comenzaran a correr las apuestas sobre los nombres y el signo político de las y los alcaldes presuntamente involucrados.
El momento del anuncio confirma el olfato político de Menchaca Salazar que aprovechó la semana de los informes de los gobiernos municipales para provocar carrasperas, nudos en la garganta y anticipados deslindes de más de un(a) alcalde(sa).
En esta misma estrategia de imponer su estilo de gobernar y dar el ejemplo a los gobiernos municipales, fue que designó a sus representantes personales para asistir a los informes a los que decidió o no pudo acudir de manera personal.
En la liturgia política es bien sabido que no hay casualidades, sino intencionalidades. Dice el dicho que depende del sapo es la pedrada y así fue, cuando menos en la mayoría de los casos durante los días de informe municipales.
Los enviados, además de los saludos del gobernador llevaron el mensaje que, de acuerdo a la estrategia de comunicación tenían que dar. Algunos de los funcionarios asignados mostraron que se encuentran en la curva de aprendizaje en tanto que otros, con mayor experiencia fueron puntuales en el mensaje.
Sin lugar a dudas, días antes de la granada sin espoleta que activó el gobernador, uno de sus hombres de mayor confianza y operador político desde hace varios años hizo llegar el mensaje preciso en los municipios a los que acudió con la representación del mandatario estatal.
Quienes lo conocen saben que el actual titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Óscar González Hernández es directo y sin ambages.
En los diversos foros municipales a los que acudió hizo que sonara fuerte y claro el mensaje. “Tope donde tope se luchará con el enemigo público número uno en Hidalgo: la corrupción”.
Lastre político y social, que junto a políticas erráticas y lejanas del interés público provocaron que más del 60% de la población en la entidad viva en la pobreza. “Hidalgo no se va a transformar de un momento a otro, pero tengan la seguridad que va a vivir una historia distinta”.
El gobernador ofreció que a más tardar la próxima semana se dará información del caso que destapó y se procederá conforme a derecho en cada uno de los casos.
Excelente oportunidad, sin tufo a cacería de brujas, para confirmar en los hechos que “tope donde tope” se combatirá la corrupción sea del color que sea.
La nota, me hizo recodar la célebre frase dicha por Erika Vextler, corresponsal de noticieros Televisa a Jacobo Zabludovsky, en 1991 durante una supuesta alarma nuclear en el conflicto armado en el Golfo Pérsico… ¡Es nuclear Jacobo, nuuuucleaaaar!
Apostilla
Y hablando de que no hay casualidades, que casualidad que, a unas horas de rendir su segundo informe de gobierno, el alcalde de Epazoyucan, el impresentable Fidel Arce Santander volvió a ser víctima del Covid-19; pero más bien, en este caso, más que enfermedad respiratoria parecería gastrointestinal cuando supo que la respuesta sería por parte de la regidora morenista y muy combativa Ángela Delgadillo. Si de acabar con la corrupción en los gobiernos municipales se trata aquí tenemos un caso de libro de texto.
Luis Enrique Rivera
