Irma Reyes, se dice avergonzada, adolorida, sorprendida, pero no arrepentida de haber recibido a su sobrino Mario con su esposa y tres hijos. De haberles dado techo y comida unos días, de haberles sacado la confesión de su crimen.
Menos lamenta, su plan improvisado para engañar a la pareja, buscar auxilio y entregarla a la policía. Sobre la recompensa, no quiere hablar. Ella solo quiere que se haga justicia a la pequeña.
Me siento avergonzada, pero no arrepentida de haber hecho lo que hice, de haberlos denunciado.
Soy mujer, he sido violada. Tiene que haber justicia. Y no quiero lucrar con esto, yo no sé nada de si van a dar (había una recompensa de 2 millones de pesos para quien informara sobre la pareja)… yo solo quiero que se haga justicia.
Con información de Milenio