CEMEX no sólo elabora concreto. En su propio vivero, en el Estado de Hidalgo, produce miles de plantas cada año, y entregó 10 mil de ellas al municipio de Ixmiquilpan para ayudar en la reforestación de espacios públicos de 33 comunidades.
El vivero de CEMEX Planta Huichapan se ubica a 53 kilómetros de Ixmiquilpan, un municipio en donde la tercera parte de su población es de origen indígena.
El nombre de Ixmiquilpan significa “lugar de verdolagas”, una de muchas especies vegetales con las que cuenta la comunidad, entre las que se incluyen los mil 500 ejemplares de plantas agapandos que la cementera entregó al ayuntamiento, además de 8 mil 500 especies de truenos.
En este lugar de más de 98 mil 600 habitantes, y en donde casi el 37 por ciento de sus habitantes habla lengua otomí, la compañía entregó un total de 10 mil plantas que ayudarán a la preservación del medio ambiente del Valle del Mezquital, una región compuesta por 27 municipios de Hidalgo.
El vivero CEMEX Planta Huichapan tiene una capacidad de producción de 35 mil plantas, y también realiza una función importante para capturar el dióxido de carbono, además de mitigar el cambio climático.
Este aspecto va de la mano con uno de los objetivos planteados por la compañía en el programa Futuro en Acción, la iniciativa que tiene como objetivo descarbonizar las operaciones y llegar a las cero emisiones netas en 2050.
Así se garantiza un mundo más sostenible para todos, pero en especial para las comunidades indígenas que aprovechan los beneficios que las especies vegetales brindan al ser humano, sin caer en la depredación.
Como antecedente a la donación de Ixmiquilpan, en 2019 CEMEX firmó un convenio de colaboración con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Hidalgo para la producción de Maguey Xamini, especie utilizada para la elaboración de pulque. A la fecha se han donado más de 10 mil ejemplares a diversos municipios del estado.
