Pretenden despojar a su padre enfermo

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Falsificaron escritura para quedarse con Ocotepec

Por Juan Sabino Cruz
APAN, Hgo.- El prestigiado hacendado Saúl Uribe Ahuja, reconocido como uno de los juristas más destacados en México, por defender los valores eternos que mandan proceder con justicia y rectitud en la vida, jamás pensó que a sus 89 años, con un estado de salud quebrantado por padecimientos cardiacos y dos embolias, tendría que enfrentar en tribunales a seis de sus hijos: Jorge, julio, Arturo, Alejandro, Patricio y Guadalupe (Mily) de apellido Uribe Barroso, quienes movidos por la ambición y la codicia ahora parece que olvidaron que fueron formados con valores y en los mejores colegios de México. Se coludieron con un fedatario público y malos funcionarios municipales y “amigos” del afectado, para despojarlo de la Hacienda San Francisco Ocotepec.
Uribe Ahuja presenta dificultad para hablar por reciente operación de Carótida, como secuela de la segunda embolia, no puede moverse por sí mismo, está en silla de ruedas, es asistido por un enfermero las 24 horas del día, sin embargo, está en pleno uso de sus facultades mentales. Su voluntad inquebrantable lo determina a luchar por lo que ha defendido toda su vida, la justicia, a luchar para evitar ser despojado. Ha iniciado el pleito legal dónde demanda la inexistencia de la escritura pública apócrifa, que seis de sus ocho hijos pretendieron utilizar, para quedarse con su hermosa e histórica hacienda, que tiene en propiedad desde hace más de 50 años.
El afectado solicitó una entrevista con EL REPORTERO, fue así como nos enteramos de esta ejemplar y triste historia de bondades e ingratitudes, misma que ahora compartimos con nuestros lectores.
El entrevistado comentó sobre su delicado estado de salud, afirma que parece que sus hijos procuran acelerar el fin de sus días con disgustos. Inclusive, precisó que así festejaron el aniversario de su trinquete, sin idea de amor al padre, ni arrepentimiento.
Teme por su vida, abrió Carpeta de Investigación en Pachuca, por fraude en pandilla y violencia familiar, donde tristemente hace responsables a estos seis de sus hijos por cualquier cosa que le pudiera suceder.
Refiere que, el 16 de septiembre, embriagados Arturo, Patricio y el hijo de Jorge Uribe Barroso, sacaron a punta de pistola a una patrulla que Saúl Uribe había solicitado para resguardar la hacienda, cerraron las puertas y prohibieron la entrada o salida de cualquier persona.
Con todos los malestares de sus padecimientos, el hacendado exigió a las personas que lo asisten lo ayudaran a incorporarse y ponerlo en su silla de ruedas para encarar a sus hijos y acabar con el escandaló, sin embargo, al salir, ya se habían retirado, al respecto comenta que ojalá y esa ambición desmedida no los lleve a acelerar de otra funesta manera el fin de sus días, pues es claro que ganas no les faltan y escrúpulos, ni los conocen.
Don Saúl hace alusión a un pasaje bíblico donde Absalón, hijo del Rey David, intentó quitarle el trono a su padre y muere con deshonra. También dice que Guillermo Jenkins de Landa acusó a su padre, madre y hermanos, civil y penalmente.
HISTORIA MODERNA
Los citados ejemplos clásicos podrían compararse en la actualidad con la historia de Saúl Uribe, quien procreó ocho hijos con Luz Barroso, dama dada al altruismo gracias a la solvencia económica del esposo; sus retoños recibieron una vida y educación privilegiada, sus padres creyentes los mandaron a escuelas confesionales de las mejores, entre estas el colegio católico de los Legionarios de Cristo, ahí les inculcarían valores y a obedecer Los Mandamientos de la Ley de Dios, como: “Honrarás a tu Padre y a tu Madre” y “No Hurtarás”.
En diciembre de 2015, a los 87 años, Don Saúl recibe demanda de divorcio de Luz Barroso, quien a pesar de haber estado separados por 27 años y de cubrirle todos sus gastos de manutención, prediales, agua, casa de descanso en Cuernavaca, movida por la ambición de sus hijos, decide demandarlo, con el único fin de quitarle bienes al disolver la sociedad conyugal. En febrero de 2016, Don Saúl sufre una segunda embolia, que lo deja hemipléjico.
DEMANDADO POR SUS HIJOS
Ni la situación de invalidez de su señor padre, mueve a sus hijos a la compasión. Don Saúl estableció que dos de sus hijos, el segundo y el quinto, en orden de edad, Jorge y Arturo, de apellidos Uribe Barroso, ambos con más de 50 años de edad, viendo el estado de salud deplorable de su señor padre, decidieron darle un empujoncito para acercarlo un poco más a la tumba. Apenas tres días después de haber salido del hospital, Saúl Uribe recibe en su casa una demanda de Jorgito para que le escriture un predio de media hectárea de la Hacienda de San Francisco Ocotepec. Después, Arturito Uribe Barroso, siguió el ejemplo de su hermano, pues como su padre se negó a regalarle una fracción del predio San Francisco Ocotepec, demandó al autor de sus días, así actuaron “henchidos de gratitud”, porque su padre además de haberles dado estudios profesionales, los hizo ricos, pero lo demandaron legalmente.
HERENCIA DE SUS PADRES
Saúl Uribe Ahuja recordó que hace más de 50 años recibió la Hacienda San Francisco Ocotepec como herencia de sus padres, se trata de un monumento histórico declarado por el INAH, mismo que el Congreso Constituyente adjudicó en 1823 a Doña Leona Vicario, Heroína de la Independencia de México, inmueble que Saúl Uribe se ha esmerado en conservar y mejorar.
La Hacienda es una finca del siglo XVII, que tiene 40,000 metros construidos con habitaciones, capilla, patio techado con vidrios, pisos de mármol y granito, columnas de cantera, pinturas y obras de arte, alberca, jardines, bodegas, carpintería, herrería, pozo profundo, caballerizas. Además, comprende lienzo charro, pista para carreras de caballos y un graderío de mampostería para 100 personas, maquinaria y equipo, mobiliario de casa y salones entre otras cosas.
Don Saúl Uribe, como lo llaman sus amigos, siempre ha tenido y tiene la posesión y disposición de la Hacienda, nunca ha sido interrumpida, ha continuado obras de mantenimiento y mejoría.
FALSA ESCRITURA
El hacendado explica que ahí no termina esta historia de ingratitud, porque seis de sus ocho hijos, Jorge, Julio, Arturo, Alejandro, Patricio y Guadalupe (Mily) de apellidos Uribe Barroso, por ambición desmedida y mala fe, “henchidos de gratitud”, decidieron seguir con su fechoría y coludidos con el Notario No. 4 del Distrito Judicial de Apan, Hidalgo, licenciado Alejandro Martínez Blanquel, faltando a la buena fe elemental y a la verdad, elaboraron escritura pública No. 77,694, el 26 de octubre de 2016, en la que falsamente aparece Saúl Uribe Ahuja haciéndoles la donación por escrito, donación pura y simple de toda la Hacienda de Ocotepec.
El afectado precisó que ninguno de los beneficiarios con esta falsa donación es pobre y tampoco ignorante, su fortuna la tienen por donativos de su padre, pero todo indica que los citados tampoco tienen idea de principios, ni de valores, ni los deberes del amor filial.
DEMANDA NULIDAD
Cuando el dueño de la hacienda por mera casualidad, al hacer trámite para concesión de pozo, se enteró que pretendían quitarle su hacienda mediante una falsa donación que se hizo a sus espaldas, las consecuencias jurídicas no se hicieron esperar, en los juzgados civiles está en trámite un juicio de Saúl Uribe contra 6 de sus hijos: Jorge, Julio, Arturo, Alejandro, Patricio, y Guadalupe (Mily) Uribe Barroso.
Dejó claro que nunca ha estado en la oficina del notario Martínez Blanquel, ni ha sido su voluntad donarles, ni premiar la ambición y mala conducta de sus hijos, ni ha firmado nada. NO PUEDE EXISTIR DONACION SIN DONANTE. Don Saúl entregó copia certificada del Archivo General de Notarias del Estado de Hidalgo, de la apócrifa escritura del 26 de octubre de 2016, la escritura carece de firma y sello de autorizar del notario, requisito indispensable para la validez de la escritura según la Ley del Notariado, carece de identificaciones de las partes, por lo que, fue imposible para el notario cerciorarse de su identidad. Al ser declarada legalmente inexistente la escritura de donación, Don Saúl recuperará su propiedad.
De estos hechos tiene conocimiento el gobernador Omar Fayad, mismo que se dio cuenta de las irregularidades y actuando con toda justicia y velando por los intereses de sus ciudadanos, el 19 de mayo de 2017, ordenó la revocación de la patente al notario Alejandro Martínez Blanquel.
El entrevistado deja claro, que nunca ha tenido voluntad de regalar su hacienda a esos hijos ingratos, ni de premiar su mal proceder, mucho menos estuvo en la notaría de Martínez Blanquel y, por ende, no ha firmado nada. Lo que hicieron fue confeccionar un acto legalmente inexistente, usurpación de personalidad, producción de documento falso y fraude por simulación del Contrato de Donación. Saúl Uribe abrió Carpeta de Investigación en Pachuca.
Don Saúl afirmó, que además incurrieron en fraude fiscal federal, estatal y municipal, urdieron el trinquete con el Notario Martínez Blanquel, sin que el propietario acudiera, ni firmara, pero sí, esperando que falleciera.
Don Saúl tiene dificultad para leer, él dicta y pone su huella digital, y a su ruego y encargo firma su hija Luz de Lourdes Uribe Barroso, la única en la que confía y que lo apoya.
Dejó claro que el día 7 de octubre, Saúl Uribe Ahuja estaba en su hacienda, ahí fue abordado por su hijo Jorge que llegó acompañado por dos hombres (plenamente identificados), mismos que sacaron a los empleados de confianza del hacendado, cerraron puertas para nadie más viera o escuchara, ahí él hacendado dictó a Jorge un convenio que ponía fin a la controversia, sus hijos reconocían la verdad, que la escritura era inexistente, porque él no compareció ni firmó nada. Pero, al parecer, aprovechándose de la vulnerabilidad de su padre, su edad y su debilidad visual, Jorge le estampó a Don Saúl huella digital en tres hojas de un documento, al parecer, completamente diferente al que dicto Uribe Ahuja y firmado como testigos por los dos sujetos que siempre se habían dicho fieles amigos del ahora afectado. Temen que se haga mal uso de esa huella digital.
Aclaró que los seis mencionados supuestos recipiendarios de la donación, han resultado malagradecidos, interesados en quedarse con un patrimonio que no les corresponde, después de que los mandó a escuelas confesionales, pero, pareciera que fueron a una “Criadora de Cuervos”.
¿Acaso no es muy bella y ejemplar esta triste historia de bondades e ingratitudes?
Terminó con la frase: ¡QUE DIOS SE LOS PAGUE!
Debe quedar claro que es el inicio de una historia dónde saldrán a relucir los nombres de deshonestas autoridades o funcionarios, entre estos podría figurar quien fungió como tesorero del ex alcalde Fernando Hernández Durán, pues en la escritura apócrifa de 26 de octubre de 2016, ya aparecen dos meses antes, el 29 de agosto de 2016 como propietarios de la finca Jorge, Julio, Arturo, Alejandro, Patricio y Guadalupe (Mily) Uribe Barroso, con un certificado de valor fiscal irrisorio, avaluó firmado por Mateo Juan Ramírez Hernández, donde a la propiedad con más de 40,000 metros de construcción, con valor superior a 150 millones de pesos, el desleal ex tesorero le asigna un valor fiscal de 96 mil pesos al terreno y a la construcción.
La existencia de documentos como el citado avaluó, confirma que se preparó un fraude para cristalizar el despojo de la Hacienda de San Francisco Ocotepec, mismo que ahora se empieza a revertir. Don Saúl ya denunció el fraude ante las instancias competentes de Hidalgo, además de solicitado la nulidad de la multicitada escritura apócrifa.

https:://elreporterohgo.com/noticias/2017/11/01/el-reportero-edicion-impresa-83/

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